domingo, 19 de julio de 2009

J. R. R. Tolkien


John Ronald Reuel (n. 3 de enero de 1892, Bloemfontein, Sudáfrica - † 2 de septiembre de 1973, Bournemouth, Reino Unido), CBE, más conocido por su seudónimo J. R. R. Tolkien, fue un escritor británico, poeta, filólogo y profesor universitario, conocido principalmente por ser el autor de las obras clásicas de la alta fantasía El hobbit y El Señor de los Anillos.

De 1925 a 1945, Tolkien fue profesor de anglosajón en Rawlinson y Bosworth en la Universidad de Oxford y, de 1945 a 1959, profesor de lenguaje y literatura inglesa en Merton. Era amigo cercano del también escritor C. S. Lewis y ambos eran miembros de un informal grupo de debate literario conocido como los Inklings. Tolkien fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II el 28 de marzo de 1972.

Después de su muerte, el tercer hijo de Tolkien, Christopher, publicó una serie de obras basadas en las amplias notas y manuscritos inéditos de su padre, entre ellos El Silmarillion y Los hijos de Húrin. Estos, junto con El hobbit y El Señor de los Anillos, forman un cuerpo conectado de cuentos, poemas, historias de ficción, idiomas inventados y ensayos literarios sobre un mundo imaginado llamado Arda, y más extensamente sobre el continente conocido como la Tierra Media. Entre 1951 y 1955, Tolkien aplicó la palabra legendarium a la mayor parte de estos escritos

Obra literaria
Poemas

El primer poema conocido de Tolkien se basó en los Cantos populares de la Antigua Roma, de Thomas Macaulay.El primer poema que Tolkien consiguió publicar fue La batalla del Campo del Este, en 1911, cuando Tolkien tenía una edad de diecinueve años.
Tres años después, Tolkien escribió un poema que sería imprescindible en el desarrollo de su futuro legendarium. Desde hacía tiempo estaba interesado en el inglés antiguo o anglosajón y se había dedicado a leer varias obras en esta lengua, entre ellas, el poema Christ II de Cynewulf; dos líneas de éste le impresionaron especialmente:

"Eala Earendel engla beorhtast.
Ofer middangeard monnum sended" "Salve, Earendel, el más brillante de los ángeles.
Enviado a los hombres sobre la media tierra"

Christ II, de Cynewulf.
Inspirado por ellas, Tolkien escribió el poema El viaje de Earendel, la estrella vespertina, que narraba el viaje por el cielo del marinero Eärendel, más tarde convertido en Eärendil.[41]

Tolkien continuó escribiendo numerosos poemas, algunos de ellos relacionados con su legendarium y que más tarde serían incluidos por su hijo Christopher en los volúmenes de La Historia de la Tierra Media. En 1917, cuando estaba ingresado en el hospital por culpa de una enfermedad contraída durante la Primera Guerra Mundial, Tolkien comenzó a trabajar en otros poemas que se convertirían en la base de las historias principales de El Silmarillion: El cuento de Tinúviel, Turambar y el Foalókê, y La caída de Gondolin;[42] con el paso de los años, estos poemas se convirtieron en textos en prosa que evolucionaron hasta las historias de Beren y Lúthien, Los hijos de Húrin y La caída de Gondolin, respectivamente.

En 1953, se publicó con bastante éxito el poema El regreso de Beorhtnoth, hijo de Beorhthelm, aunque ya estaba acabado desde 1945. Escrito en verso aliterado, se trata de una continuación del inacabado poema anglosajón La batalla de Maldon.[43]

En 1961, una tía de Tolkien le pidió que sacará un libro dedicado a Tom Bombadil, un personaje que aparece en El Señor de los Anillos. Si bien sólo dos de los poemas estaban dedicados a dicho personaje, Tolkien tituló el poemario como Las aventuras de Tom Bombadil y otros poemas de El Libro Rojo, en el que incluyó otros poemas datados de la década de 1920

Roverandom

J. R. R. Tolkien acostumbraba desde siempre a narrar historias a sus propios hijos, por los motivos más diversos. Así, concibió el relato de Roverandom en 1925, como un cuento para sus hijos John (ocho años) y Michael (cinco) durante unas vacaciones. Michael estaba muy encariñado aquel verano de uno de sus juguetes: un perrito en miniatura, de plomo pintado de blanco y negro. Desafortunadamente, un día paseando por la playa con su padre, lo dejó en el suelo para jugar y lo perdió. Aunque John y sus dos hijos mayores pasaron horas buscándolo, no fue posible recuperarlo, por lo que Tolkien imaginó la historia que hoy conocemos como Roverandom para consolar al pequeño Michael.

Se trata de un cuento infantil que narra la historia de un perrito llamado Rover que muerde a un brujo, por lo que éste le castiga convirtiéndole en juguete. Un niño compra ese juguete, pero lo pierde en la playa. Entonces, el hechicero de la arena le hace vivir aventuras desde la Luna hasta el fondo del mar.

Este cuento no fue publicado hasta 1998, de manera póstuma.


El Silmarillion

Tolkien escribió un breve esquema de su mitología del que los cuentos de Beren y Lúthien y el de Túrin formaban parte, y ese esquema fue evolucionando hasta convertirse en el «Quenta Silmarillion», una historia épica que Tolkien comenzó tres veces pero nunca publicó. Tolkien confiaba en publicarla al abrigo del éxito de El Señor de los Anillos, pero a las editoriales (tanto a Allen & Unwin como a Collins) no les convenció; puesto que, además, los costes de impresión eran muy altos en la posguerra.[46] La historia de esta continua reescritura se cuenta en la serie póstuma de La historia de la Tierra Media, editada por el hijo de Tolkien, Christopher. Desde 1936, aproximadamente, Tolkien empezó a extender su marco de trabajo para abarcar la narración de la caída de Númenor («Akallabêth»), inspirada en la leyenda de la Atlántida. No fue hasta 1977, de manera póstuma, que los escritos que componen El Silmarillion vieron la luz, recopilados y editados por Christopher Tolkien. A los relatos mencionados («Quenta Silmarillion» y «Akallabêth»), se añadieron para la publicación otros más breves, de los primeros y los últimos tiempos de la Tierra Media: «Ainulindalë», «Valaquenta» y «De los Anillos de Poder y la Tercera Edad».

El hobbit

Tolkien nunca había esperado que sus historias se volvieran populares pero, por casualidad, otro libro que había escrito en 1932[47] para sus propios hijos y al que había llamado El hobbit pasó de mano en mano sin el permiso del autor hasta llegar a Susan Dagnall, una empleada de la editorial londinense George Allen & Unwin.[48] Ésta le enseñó el libro al presidente de la empresa, Stanley Unwin, quien se lo dio a su hijo pequeño, Rayner, para que lo leyera; la historia le gustó tanto que decidieron publicarlo.

En este libro se narran las aventuras del hobbit Bilbo Bolsón que, junto con el mago Gandalf y una compañía de enanos, se verá envuelto en un viaje para recuperar el reino de Erebor, arrebatado a los enanos por el dragón Smaug.

Si bien se trata de una historia infantil, el libro atrajo también la atención de lectores adultos y se hizo lo suficientemente popular como para que Stanley Unwin le pidiera a Tolkien que trabajara en una secuela, más tarde conocida como El Señor de los Anillos.


El Señor de los Anillos

Aunque no se encontraba inspirado para tratar el tema, la petición de Stanley Unwin de una secuela para El hobbit impulsó a Tolkien a comenzar la que sería su obra más famosa, El Señor de los Anillos, una novela de fantasía épica subdividida en tres volúmenes y publicada entre 1954 y 1955. Tolkien invirtió más de diez años en la creación de la historia y los apéndices de la novela, tiempo durante el cual recibió el apoyo constante de los Inklings, en particular de su amigo más cercano, C. S. Lewis, al que prestaba o leía los borradores que iba escribiendo para que los juzgara.[50] Tanto los acontecimientos de El hobbit como los de El Señor de los Anillos están enmarcados en el contexto de El Silmarillion, pero en una época bastante posterior.

La intención original de Tolkien al empezar a escribir El Señor de los Anillos era que éste fuera un cuento para niños al estilo de El hobbit,[51] pero poco después recordó el anillo encontrado por Bilbo Bolsón y decidió centrar la historia en torno a él y su devenir, convirtiéndose en un escrito más oscuro y serio; por ello, a pesar de ser una continuación directa de El hobbit, fue dirigido a un público más maduro. Por otro lado, Tolkien aprovechó más en esta novela la inmensa historia de Beleriand, que había ido construyendo en años anteriores y que finalmente fue publicada de forma póstuma en el El Silmarillion y otros volúmenes.

El Señor de los Anillos se volvió tremendamente popular en la década de 1960 y se ha mantenido así desde entonces, situándose como una de las obras de ficción más populares del siglo XX a juzgar por sus ventas y las encuestas de lectores, como la realizada por las librerías Waterstone's de Reino Unido y la cadena de televisión Channel 4, que eligió a El Señor de los Anillos como el mejor libro del siglo

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